Ves que te cuidan y te quieren, y el resto de las cosas, en un insignificante momento pierden todo sentido.
Debí fijarme más aún en los detalles, si es que alguna vez tuve la oportunidad de darme cuenta. Aunque me llenabas como nadie, me matabas como nunca.
Creí ser mejor a tu lado, y de hecho lo he sido millones de veces. Pero no supe ver el lado oscuro que hacías surgir en mi.
He hecho cosas imperdonables, por ti, sobre todo a mi misma. Ver ahora que estaba sumergida en esa oscuridad a la que me lanzabas, me abruma, y me desconcierta el no haberme dado cuenta antes. Vuelvo a mencionar que "no hay mayor ciego que el que no quiere ver"
Y yo, tenía las luces fundidas dentro de ti.
Cuesta tiempo, pero finalmente entiendes, que quien juega contigo se juega la integridad. Y no hay rencor por difícil que parezca, ni odio. Lo sé, lo sabes.
Pero jamás me perdonaré, por no salir de ese agujero, por negarme y aferrarme a algo que en su tiempo, me hizo tan feliz. No podré perdonarme, y seguramente tampoco a ti.
Ya no habló de amor, eso hace tiempo que se difuminó. Hablo de confianza, de respeto y de igualdad entre personas. Aunque bien es cierto, que a veces me cuesta llamar personas, a individuos que realmente parecen monstruos.
Si alguien te incita al lado oscuro no es bueno para ti, hay que saber reconocerlo. Y aunque duela, porque por una parte te compensa otras.. renuncia. Renuncia, porque sino al final destruirás lo más importante, que eres tú.
Y créeme, no es fácil volver a reconstruirse.
Le he dado mil vueltas a la cabeza, y sigue del revés. Pero noto que ya no me siento fundida, que algo vuelve a relucir en mi.
Me he deshecho de ese lado oscuro, al menos por ahora, al menos hasta que vuelva a caer en la trampa de la vida.
Porque lo sé, porque lo sabemos, porque sin amor somos nada.
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